Efectos del tabaquismo en la salud propia

En España el tabaquismo es en la actualidad la primera causa aislada de enfermedad evitable, invalidez y muerte prematura. Cada año, más de 50.000 personas mueren prematuramente en España debido al consumo de tabaco. Tantas como si cada día se estrellara un avión con más de cien pasajeros a bordo, sin que quedase superviviente alguno.

La mitad de las personas que mueren debido al tabaquismo han perdido una media de 20 años de vida. Y muchas más personas y familiares ven seriamente disminuida la calidad de los años vividos.

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Cada 1.000 muertes que se producen en España 151 se deben al consumo de tabaco mientras que tan solo mueren 15 debido a accidentes de tráfico. Sin embargo en las noticias todos los lunes oímos las muertes producidas en la carretera pero nunca se informa de los muertos por culpa del tabaco.

Teniendo esto en cuenta, es un error comparar el efecto sobre la salud del tabaquismo con otros riesgos cotidianos como los accidentes de tráfico.

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A través del humo del tabaco se incorporan los distintos elementos contenidos en el tabaco, más de 4.000 sustancias químicas de las que más de 50 producen cáncer. Todas estas sustancias provocan efectos nocivos sobre un elevado número de órganos y tejidos del cuerpo, lo que conduce a un deterioro sistemático de la salud y a soportar un enorme riesgo de muerte prematura por causas imputables directamente al consumo de tabaco.

No vamos a entrar en detalles sobre las innumerables enfermedades que puede producir o agravar el tabaco, tan solo haremos una aproximación general al riesgo que corres fumando. De acuerdo con las estadísticas, uno de cada tres fumadores, además de algún fumador pasivo, acabará padeciendo una enfermedad que le producirá una muerte prematura.

Este es el riesgo real que corres, es como jugar a la ruleta rusa, tienes un revolver con seis cámaras en el tambor, una bala y, frente a ti, dos jugadores más. Uno de los tres acabará con esa bala en la cabeza. Imagina que estás jugando con dos de los fumadores que más aprecias; busca entre tus familiares y amigos los dos fumadores con los que te encuentras más a gusto. Os sentáis los tres a la mesa con el revolver sobre el tapete. Uno de los tres va a morir prematuramente, ¿serás tú?, ¿será, quizás, tu esposa?, ¿será tu mejor amigo?, ¿un hijo?. El panorama, en cualquier caso, es poco halagüeño.

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Yo mismo es posible que muera prematuramente por haber fumado, padezco un enfisema que a largo plazo seguramente determinará que mi muerte se produzca antes de que si no hubiese fumado nunca. Aún así cada día que paso sin fumar el riesgo de contraer un cáncer disminuye, lo cual no es poco vista la rapidez con que desaparecen de mi alrededor aquellos que contraen un cáncer de pulmón.

Esos pensamientos que tienden a justificar el consumo de tabaco, como que «lo mismo me puede caer una maceta en la cabeza», no tienen ninguna base científica. Ni todos los accidentes juntos alcanzan a producir cifras de muertos parecidas a las que produce el tabaco. Es todo un engaño que creamos nosotros mismos para justificar nuestra adicción, son mentiras necesarias para mantener la cordura en contra de la razón.

Gracias por tu tiempo. Si dejas tu dirección de correo electrónico en la sección de comentarios te informaremos de como va el desarrollo de nuestro programa de desintoxicación tabáquica.

Luis Ángel Marqués.